Las causas de la disfunción eréctil
La disfunción eréctil (DE), o impotencia, se manifiesta como la incapacidad de lograr o mantener una erección adecuada para la actividad sexual. Varios problemas físicos contribuyen a la aparición de la DE. Afecciones como la diabetes tipo 2, la aterosclerosis y la enfermedad renal crónica desempeñan un papel importante. Estas afecciones, junto con otras como las enfermedades cardiacas y vasculares y la hipertensión, pueden interferir en el flujo sanguíneo, que es crucial para mantener una erección. Otros factores que contribuyen son la intoxicación por metales pesados, las lesiones nerviosas derivadas de operaciones pélvicas y las lesiones de la médula espinal.
Las enfermedades vasculares, especialmente la aterosclerosis, pueden restringir el flujo sanguíneo al pene y provocar disfunción eréctil. La hipertensión arterial y las cardiopatías tienen una causa común con la disfunción eréctil: el estrechamiento de las arterias debido a la acumulación de placas.
Las enfermedades crónicas, como la diabetes de tipo 2 y la insuficiencia renal crónica, contribuyen en gran medida a la disfunción eréctil. Estas enfermedades pueden alterar la capacidad del organismo para funcionar con normalidad, lo que afecta a la salud sexual.
Algunos medicamentos pueden provocar disfunción eréctil al afectar a las hormonas o a la circulación sanguínea. Consulte siempre a un profesional sanitario si sospecha que un medicamento puede estar afectando a su salud sexual.
Aunque no se menciona explícitamente en los datos facilitados, se sabe que la enfermedad de Peyronie provoca disfunción eréctil debido a la curvatura que induce en el pene.
Las operaciones pélvicas, especialmente las relacionadas con el cáncer de próstata, vejiga o colon, pueden dañar los nervios y provocar disfunción eréctil.
La mente desempeña un papel crucial en la excitación y el rendimiento sexuales. Los trastornos emocionales como la depresión, el estrés, la ira, la ansiedad y los problemas de autoimagen pueden provocar disfunción eréctil. Los problemas de pareja y otros problemas de salud mental también pueden dificultar las sensaciones sexuales.
Aunque la edad puede influir en la aparición de la disfunción eréctil, no es la única causa. Aproximadamente una cuarta parte de los hombres declararon que los problemas de erección comenzaron entre los 50 y los 59 años, y el 40% indicó un inicio entre los 60 y los 69 años. La presencia de enfermedades crónicas y otros factores de riesgo también influyen significativamente en la aparición de la DE, independientemente de la edad.
La disfunción eréctil, aunque frecuente, nunca debe descartarse ni soportarse en silencio. Casi todos los casos son tratables y permiten mejorar la salud física y emocional.
El tratamiento también puede mejorar la intimidad en las relaciones.
Si usted o alguien que conoce padece disfunción eréctil, buscar ayuda puede allanarle el camino hacia un mayor bienestar general.